Pyongyang.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha instruido a las autoridades del país a incrementar de forma significativa la producción de misiles y proyectiles para el año 2026, así como a expandir la infraestructura industrial vinculada a ese engranaje militar, reportaron este viernes medios estatales y agencias internacionales.
Durante una serie de visitas a plantas de fabricación de armamento y municiones acompañado por altos funcionarios del régimen, Kim subrayó la necesidad de planificar la producción del próximo año de manera orientada al desarrollo estratégico, con el fin de “satisfacer las demandas prospectivas de las fuerzas de misiles y artillería del Ejército Popular de Corea”.
El líder norcoreano enfatizó que el sector de producción de misiles y proyectiles es “de suma importancia para reforzar la capacidad de disuasión bélica” del régimen, un argumento recurrente de Pyongyang para justificar la intensificación de su industria armamentística frente a lo que considera amenazas externas.
Como parte de este impulso, Kim ordenó no solo ampliar la capacidad de las instalaciones existentes, sino también construir nuevas fábricas de municiones, una medida que se espera sea formalizada durante el próximo Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, previsto para principios de 2026.
Contexto estratégico y regional
La expansión de la producción de misiles llega en un momento de continuas tensiones en la península coreana, donde Pyongyang ha aumentado sus pruebas de proyectiles en los últimos años con la intención de mejorar sus capacidades de ataque de precisión y desafiar a Corea del Sur y Estados Unidos.
Analistas internacionales señalan que, además de reforzar su disuasión, Corea del Norte podría buscar desarrollar tecnologías más avanzadas y potencialmente posicionarse como proveedor de armamento a aliados como Rusia, con quien ha estrechado sus relaciones militares durante el conflicto en Ucrania.
Además, la medida se produce tras otros movimientos militares recientes, como la supervisión de Kim a la construcción de un submarino de propulsión nuclear de gran tonelaje equipado con misiles guiados, lo que subraya el enfoque del régimen en diversificar y robustecer sus capacidades estratégicas.
Implicaciones internacionales
La decisión de aumentar drásticamente la producción de misiles en 2026 ha generado preocupación entre vecinos y potencias occidentales, que ven en estos pasos una posible escalada de la carrera armamentística en Asia oriental. Expertos advierten que el reforzamiento industrial de misiles no solo complica los esfuerzos de diplomacia y desnuclearización, sino que también podría incentivar una mayor militarización regional, reforzada por alianzas estratégicas entre Pyongyang y Moscú.