El portaviones más grande y moderno del mundo, el USS Gerald R. Ford, se ha incorporado oficialmente al operativo de la Marina de Estados Unidos contra el narcotráfico en Latinoamérica y el Caribe. Esta acción refuerza la presencia militar estadounidense en la región y ha generado reacciones políticas, especialmente desde Venezuela.

Refuerzo naval en el Caribe

•     El USS Gerald R. Ford, en servicio desde 2017, es el portaviones más avanzado de la flota estadounidense. Su despliegue fue ordenado por el presidente Donald Trump hace casi tres semanas y ya se encuentra operando en aguas del Caribe.
•     Esta incorporación forma parte de un operativo más amplio liderado por el Comando Sur de las Fuerzas Navales de EE.UU., que ya contaba con ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35 en la región.
•     El objetivo declarado del operativo es “detectar, vigilar y desarticular actividades ilícitas que amenazan la seguridad y prosperidad del hemisferio occidental”, según el comunicado oficial del Comando Sur.

Reacciones internacionales

•     Venezuela ha calificado el despliegue como una maniobra de presión para provocar la salida del presidente Nicolás Maduro. En respuesta, el gobierno venezolano activó una nueva fase del plan de defensa “Independencia 200” y denunció “amenazas imperiales” por parte de EE.UU..
•     Rusia también se pronunció, condenando los recientes bombardeos de embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, que han dejado al menos 76 muertos desde septiembre.

Contexto estratégico

•     El área de responsabilidad del Comando Sur abarca América Latina y el Caribe, regiones clave en las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos.
•     El despliegue del USS Gerald R. Ford representa un aumento significativo en la capacidad de vigilancia y respuesta de EE.UU. en la región, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.

Publicado en EMBAJADA

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