La liberación obtenida con el bautismo nos permite adquirir la "plena dignidad de hijos de Dios", de forma que, "mientras permanecemos bien arraigados en nuestras raíces culturales, al mismo tiempo nos abrimos al universalismo de la fe que entra en toda cultura, reconoce las semillas de verdad presentes y las desarrolla llevando a plenitud el bien contenido en ellas": lo hizo presente el Papa en la audiencia general del miércoles 13 de octubre, en la que invitó a estar en constante camino

Somos libres porque fuimos liberados gratuitamente: lo recordó el Papa Francisco al reflexionar este 13 de octubre en la Audiencia General, sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas. Para san Pablo – explicó Francisco – el núcleo central de la libertad es el hecho de que “con la muerte y resurrección de Jesucristo, hemos sido liberados de la esclavitud del pecado y de la muerte”. En otros términos, somos libres "porque hemos sido liberados por gracia y amor", y no "por haber pagado".

La novedad Cristo abre a acoger cada pueblo y cada cultura

El Santo Padre precisó que el amor por el que fuimos liberados se convierte así "en la ley suprema y nueva de la vida cristiana”, de modo que esta "novedad" de vida, "abre a acoger a cada pueblo y cultura", y, al mismo, tiempo "abre a cada pueblo y cultura a una libertad más grande”. Recordando luego que San Pablo fue atacado por sus detractores al decir que “para quien se adhiere a Cristo ya no cuenta ser judío o pagano”, sino sólo “la fe que actúa por la caridad”, pues, sostenían que el apóstol había tomado esa posición por “oportunismo pastoral, es decir, para gustar a todos”, señaló que se trata de un discurso que repiten “los fundamentalistas de hoy”. Y, visualizando cómo la historia se repite, puso el Papa en ejemplo el actuar de Pablo que “no permanece en silencio”, sino que responde con coraje:

«Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo» (Gal 1,10).

Abiertos al universalismo de la fe que entra en toda cultura

Pablo, con su libertad, donada por el amor y gracia de Dios, demuestra un pensamiento – observó el Santo Padre- de una “profundidad inspirada”, pues, "acoger la fe conlleva para él renunciar no al corazón de las culturas y de las tradiciones, sino solo a lo que puede obstaculizar la novedad y la pureza del Evangelio".  Esto, tal como explicó seguidamente Francisco, sucede “porque la libertad obtenida de la muerte y resurrección del Señor no entra en conflicto con las culturas, no entra en conflicto con las tradiciones que hemos recibido, sino que más bien introduce en ellas una libertad nueva, una novedad liberadora”, es decir, “la del Evangelio”.

La liberación obtenida con el bautismo, de hecho, nos permite adquirir la plena dignidad de hijos de Dios, de forma que, mientras permanecemos bien arraigados en nuestras raíces culturales, al mismo tiempo nos abrimos al universalismo de la fe que entra en toda cultura, reconoce las semillas de verdad presentes y las desarrolla llevando a plenitud el bien contenido en ellas.

Unidad en la diversidad

De este modo, “en la llamada a la libertad” se descubre – tal como indicó el Papa – “el verdadero sentido de la inculturación del Evangelio”, que “toma la cultura en la que vive la comunidad cristiana y habla de Cristo, pero con esa cultura”, respetando “lo que de bueno y verdadero existe” en ellas. Una tarea sin embargo “no fácil”, pues “son muchas las tentaciones de querer imponer el proprio modelo de vida como si fuera el más evolucionado y el más atractivo”.

¡Cuántos errores se han realizado en la historia de la evangelización queriendo imponer un solo modelo cultural! La uniformidad. Y esto -la uniformidad como norma de vida- no es cristiana. Unidad sí, uniformidad no. A veces, no se ha renunciado ni siquiera a la violencia para que prevalezca el propio punto de vista. Pensemos en las guerras, ¿no? De esta manera, se ha privado a la Iglesia de la riqueza de muchas expresiones locales que llevan consigo la tradición cultural de enteras poblaciones. ¡Pero esto es exactamente lo contrario de la libertad cristiana!

Una libertad dinámica que nos pone en camino

La libertad de la fe cristiana es, en cambio, “dinámica”, pues no indica una visión “estática” de la vida y de la cultura, sino que, iluminada y fecundada por el misterio de Cristo, que en su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre, indica la “variedad”: una variedad “unida”, precisó el Santo Padre.

De aquí deriva el deber de respetar la proveniencia cultural de cada persona, incluyéndola en un espacio de libertad que no sea restringido por alguna imposición dada por una sola cultura predominante. Este es el sentido de llamarnos católicos, de hablar de Iglesia católica: no es una denominación sociológica para distinguirnos de otros cristianos; no. Católico es un adjetivo, un adjetivo que significa universal. La catolicidad, la universalidad. Iglesia universal, es decir, católica, significa que la Iglesia tiene en sí, en su naturaleza misma, la apertura a todos los pueblos y las culturas de todo tiempo, porque Cristo ha nacido, muerto y resucitado por él, por todos.

Por ese motivo la afirmación final del Papa en la catequesis de este día: no pretendemos tener posesión de la libertad, sino que hemos recibido “un don para custodiar”, que nos pide a cada uno estar en un constante camino, orientados hacia a la plenitud que todos estamos llamados a alcanzar. 

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•    Hoy el Papa Francisco nos pide que reflexionemos sobre que es la fe para nosotros: “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar”.

Ciudad del Vaticano. - Este mediodía el Papa Francisco ha presentado la liturgia de hoy en la que el Evangelio de Marcos nos propone el encuentro entre Jesús y el joven rico y el cual “nos permite hacer un test sobre la fe” ha dicho el Papa asomado desde el balcón del Palacio Apostólico antes de rezar a nuestra Madre del Cielo.

La fe no es un “debo-hago-obtengo”

El Papa nos ha pedido que nos fijemos en los verbos que usa el joven rico cuando le pregunta a Jesús: “¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”. El joven usa los verbos: “he de hacer – para tener”. “Esta es su religiosidad: un deber, un hacer para tener; hago algo para conseguir lo que necesito. Pero esta es una relación comercial con Dios, un do ut des” asegura el Papa.

“La fe, en cambio, no es un rito frío y mecánico, un “debo-hago- obtengo”, sino una cuestión de libertad y amor” ha puntualizado el Pontífice. Por tanto, la primera pregunta del test sobre la fe – dice el Papa – es: “¿qué es la fe para mí?”. “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar” explica el Papa, por tanto, lo primero que hay que hacer es “deshacerse de una fe comercial y mecánica, que insinúa la falsa imagen de un Dios contable y controlador, no un padre”.  Y muchas, muchas veces en la vida - dice - "podemos experimentar esta relación de fe comercial: hago esto porque Dios me da esto".

La fe hay que revitalizarla buscando la mirada de Dios

El Papa ha insistido en que la fe “no de un deber, no de algo que hay que hacer, sino de una mirada de amor que ha de ser acogida”. De este modo – ha puntualizado – “la vida cristiana resulta hermosa, si no se basa en nuestras capacidades y nuestros proyectos, sino en la mirada de Dios”. Por tanto, la segunda pregunta del test sobre la fe que el Papa nos invita a hacernos es: “¿Está tu fe cansada y quieres revitalizarla?” e inmediatamente el Papa ha respondido: “Busca la mirada de Dios: ponte en adoración, déjate perdonar en la Confesión, párate ante el Crucifijo”.

A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible

Después de la pregunta y la mirada hay —tercer y último pasaje— una invitación de Jesús, que le dice: «Solo una cosa te falta». ¿Qué le falta a ese hombre rico? “El don, la gratuidad” ha dicho el Papa, y esto – ha señalado – “es lo que quizás también nos falta a nosotros, pues a menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!”.  

La tercera pregunta del test sobre la fe que propone el Santo Padre es: “¿Cuál es la situación de mi fe? ¿La vivo como algo mecánico, como una relación de deber o de interés con Dios?”. Para el Pontífice, una fe sin don y sin gratuidad “es incompleta”, "es una fe débil y enferma" que “podríamos compararla con un alimento rico y nutritivo que carece de sabor, o con un partido bien jugado, pero sin goles” ha concluido.

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“En la Carta a los Gálatas, San Pablo ha escrito palabras inmortales sobre la libertad cristiana”. Así, el Papa Francisco dio inicio a la catequesis en la Audiencia General del día 6 de octubre en la que desarrolló el tema de la libertad cristiana.

Ciudad del vaticano. - El Papa Francisco ha continuado las catequesis sobre la Carta de san Pablo a los Gálatas y el día de hoy ha desarrollado el tema de la “libertad cristiana”; de ella ha dicho: “La libertad es un tesoro que se aprecia realmente solo cuando se pierde”.

Pasar de la libertad a la esclavitud

Francisco recuerda que el apóstol Pablo “invita a los cristianos a permanecer firmes en la libertad que han recibido con el bautismo, sin dejarse poner de nuevo bajo «el yugo de la esclavitud” (Gal 5,1).

Pablo, afirma el papa, es consciente de que “algunos «falsos hermanos», así los llama, se han infiltrado en la comunidad para «espirar – así escribe – la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud»” (Gal 2,4),

“La libertad es un don que se nos ha sido dada en el bautismo”, insiste Francisco, por eso, “no se puede hacer a nadie esclavo en nombre de Jesús que nos hace libres”.

Pablo habla de la libertad en positivo

“La enseñanza de san Pablo sobre la libertad es sobre todo positiva”, afirma el Obispo de Roma. “La llamada, por tanto, es sobre todo a permanecer en Jesús, fuente de la verdad que nos hace libres y prosigue señalando los dos pilares sobre los que se funda la libertad cristiana: “primero, la gracia del Señor Jesús; segundo, la verdad que Cristo nos desvela y que es Él mismo”.

La libertad, un don del Señor

El Papa subraya que la libertad es un don que los Gálatas han recibido, y nosotros como ellos; por eso no podemos dejar perder este don.

Para Pablo, de Cristo “brotan los frutos de la vida nueva según el Espíritu”, afirma el papa y seguidamente afirma: “Somos libres de la esclavitud del pecado por la cruz de Cristo. Precisamente ahí donde Jesús se ha dejado clavar, se ha hecho esclavo, Dios ha puesto la fuente de la liberación radical del hombre”.

“Jesús lleva a cabo su plena libertad al entregarse a la muerte; Él sabe que solo de esta manera puede obtener la vida para todos”, insiste Francisco.

La verdad hace libres

Francisco plantea que el segundo pilar de la libertad cristiana es la verdad. “Para ser realmente libres necesitamos no solo conocernos a nosotros mismos, a nivel psicológico, sino sobre todo hacer verdad en nosotros mismos”. En este contexto, insiste el Papa: “La libertad hace libres en la medida en la que transforma la vida de una persona y la orienta hacia el bien”.

La verdad debe inquietarnos

“La verdad debe perturbarnos, dice el Papa, volvamos a esta palabra tan cristiana: inquietud. Sabemos que hay cristianos que nunca se inquietan: viven siempre igual, no hay movimiento en sus corazones, no hay inquietud. ¿Por qué? Porque la inquietud es la señal de que el Espíritu Santo actúa en nosotros, y la libertad es una libertad activa, suscitada por la gracia del Espíritu Santo. Por eso digo que la libertad debe inquietarnos, debe hacernos preguntas continuamente, para que podamos profundizar más y más en lo que realmente somos”.

La libertad nos hace libres, alegres y felices

Francisco finaliza la catequesis insistiendo en que “el camino hacia la verdad y la libertad es un camino agotador que dura toda la vida. Es difícil permanecer libre, es difícil; pero no es imposible”.

Seguidamente, anima a todos los fieles a continuar “adelante con esto, nos hará bien. Es un camino en el que nos guía y sostiene el Amor que viene de la Cruz: el Amor que revela la verdad y nos da la libertad. Y este es el camino de la felicidad. La libertad nos hace libres, nos hace alegres, nos hace felices”.

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Lunes, 27 Septiembre 2021 11:44

Tiempos de agravios y desagravios

Columna | Desde el portal

 El festejo de la conmemoración de los 200 años de la Independencia de México se transformó en los tiempos de agravios y desagravios: el Papa francisco a través del presidente del Episcopado Mexicano,  Rogelio Cabrera, pidió perdón por los excesos cometidos durante la evangelización pero pidió sanar las heridas y construir el futuro.

 Queda pendiente el Rey Felipe VI que rechaza solicitar perdón de México no sólo por las humillaciones y sacrificios a los que fueron sometidos nuestros antepasados, sino por el colosal saqueo de nuestros recursos que, afortunadamente, ahora son recuperados en mínima parte. La titular de Cultura, Alejandra Faustro, informó que  5,746 piezas históricas de México fueron recuperadas de cinco países.

 Y si la solicitud de perdón de los invasores queda pendiente en nuestro país agraviado, el comandante de Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural de Italia, Roberto Riccardi, fue condecorado con la máxima presea que otorga el Gobierno de la República, la Orden Mexicana del Águila Azteca, por haber rescatado de la subasta parte de nuestro patrimonio cultural.

 Y no sólo los invasores, los conquistadores o los evangelizadores se quedaron con nuestro riqueza cultural. También en la época contemporánea continúa el saqueo y destrucción del patrimonio cultural de México. Y habría que llamar a cuentas a quienes, desde su imperio económico, hacen y deshacen de lo que queda de nuestro reserva cultura nacional. Sólo que son intocables.

TURBULENCIAS

Falla Morena en Oaxaca y busca la gubernatura

 La belleza arquitectónica y cultural de la ciudad de Oaxaca es demeritada por la invasión de basura ante la falta de gasolina para los camiones recolectores, pero no es la gasolina, sino la negligencia de las autoridades municipales encabezadas por el edil morenista Oswaldo García Jarquín, que será sustituido por su correligionario Francisco Martínez Neri, que sigue en campaña realizando foros infructuosos cuando los más urgentes problemas dañan a la ciudad. Desde cómodas oficinas los llamados expertos opinan sobre diversos temas, mientras la ciudad y sus mercados se acumulan toneladas de basura. Son dos visiones y dos enfoques con una sola realidad: incapacidad para gobernar. Y es el partido favorito para ganar la gubernatura…La seguridad será prioridad en la delegación Cuauhtémoc afirmó la alcaldesa Sandra Cuevas al anunciar que va por el desmantelamiento de los cárteles de Jalisco Nueva Generación, Unión Tepito, AntiUnión y Fabian Ronda 88 que se han apoderado del Centro Histórico de la ciudad de México y pese a las amenazas que hay en su contra, actuará mediante novedosos sistemas de vigilancia militar y policiaca. Por primera vez una autoridad electa, en el país, asume su función ante la delincuencia organizada que mantiene en rehén al país…Y la directora de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, está en el ojo del huracán en el conflicto con los 35 investigadores del Foro Consultivo Científico y Tecnológico acusados de malversar recursos públicos. La investigadora desde hace meses retuvo la entrega del presupuesto al FCCT y esto originó una disputa legal la cual deberá resolverse seguramente a favor de Conacyt toda vez que se realizaron cambios a modo a la Ley de Ciencia y Tecnología para favorecer a unos cuantos…Poco favor le hacen los partidarios del director del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, en sus aspiraciones por la gubernatura de Oaxaca. Lo presentan como hijo del ex gobernador Heladio Ramírez López, cuando en la entidad hay un sentimiento generalizado en contra d los Juniors que se han encaramado en el poder. El funcionario tiene personalidad propia sin necesidad de cobijarse en la sombra de su padre que, pese a su prestigio, mantiene una prudente distancia del acontecer político de la agobiada entidad…

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Ciudad del Vaticano. - En la audiencia general del cuarto miércoles de septiembre, Francisco ilustró a los fieles su Viaje Apostólico a Budapest y Eslovaquia. Recordando su encuentro con las diversas iglesias cristianas, los judíos, los jóvenes, los más vulnerables, los creyentes de otras religiones, indicó el camino de la fraternidad: construir juntos el futuro con esperanza.

Una peregrinación de oración, una peregrinación a las raíces, una peregrinación de esperanza: así definió el Papa Francisco su reciente viaje apostólico a Budapest y Eslovaquia, terminado hace exactamente una semana, al que dedicó su catequesis de la audiencia general de este cuarto miércoles de septiembre.

Dirigiéndose a los fieles presentes en el Aula Pablo VI, el Santo Padre explicó los diversos aspectos de su peregrinación, que comenzó con la primera etapa en Budapest para la celebración de la Santa Misa conclusiva del Congreso Eucarístico Internacional, aplazada exactamente un año debido a la pandemia.

“La oración comenzó en Budapest, en la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional, con la adoración a Jesús Sacramentado, y se concluyó con la Fiesta de la Virgen Dolorosa en Šaštin”, dijo el Papa en nuestro idioma.

Explayándose en su catequesis en italiano, recordó la gran participación del pueblo santo de Dios, en el día del Señor, reunido ante el misterio de la Eucaristía en la Misa de Clausura del Congreso Eucarístico Internacional:

Era abrazado por la Cruz que sobresalía sobre el altar, mostrando la misma dirección indicada por la Eucaristía, es decir la vía del amor humilde y desinteresado, del amor generoso y respetuoso hacia todos, de la vía de la fe que purifica de la mundanidad y conduce a la esencialidad. Esta fe siempre nos purifica y nos aleja de la mundanidad que nos arruina, a todos: es una carcoma que nos arruina por dentro.

Una peregrinación de oración en el corazón de Europa

Fue una “peregrinación de oración en el corazón de Europa, iniciado con la adoración y concluido con la piedad popular”, afirmó el pontífice y añadiendo que su peregrinación de “escucha” concluyó en Eslovaquia en la Fiesta de María Dolorosa” en Šaštín, indicó:

Rezar porque a esto es a lo que sobre todo está llamado el Pueblo de Dios: adorar, rezar, caminar, peregrinar, hacer penitencia, y en todo esto sentir la paz y la alegría que nos da el Señor. Nuestra vida debe ser así: adorar, rezar, caminar, peregrinar y hacer penitencia. Y esto tiene una particular importancia en el continente europeo, donde la presencia de Dios se diluye en el consumismo y en los “vapores” de un pensamiento único – algo extraño pero real- fruto de la mezcla de viejas y nuevas ideologías. Y esto nos aleja de la familiaridad con el Señor, de la familiaridad con Dios.También en tal contexto, la respuesta que sana viene de la oración, del testimonio y del amor humilde. Del amor humilde que sirve. Retomemos esta idea: es cristiano está para servir.
La importancia de la memoria

“No hay oración sin memoria”, afirmó a continuación el Santo Padre, recordando el encuentro con “un pueblo fiel, que sufrió la persecución ateísta. Lo vi también en los rostros de nuestros hermanos y hermanas judíos con los cuales recordamos la Shoah”.

No hay oración sin memoria. ¿Qué significa esto? Significa que cuando rezamos, debemos recordar nuestra propia vida, la vida de nuestro pueblo, la vida de tantas personas que nos acompañan en la ciudad, en el pueblo, cual ha sido la historia...

Una peregrinación a las raíces

El segundo aspecto subrayado por Francisco fue el “recuerdo agradecido de estas raíces de fe y de vida cristiana, vívido en el ejemplo luminoso de testigos de la fe, como los cardenales Mindszenty y Korec, como el beato obispo Pavel Peter Gojdič. Raíces que descienden en profundidad hasta el siglo IX, hasta la obra evangelizadora de los santos hermanos Cirilo y Metodio, que han acompañado este viaje como una presencia constante”.

En más de una ocasión insistí en el hecho de que estas raíces están siempre vivas, llenas de la savia vital que es el Espíritu Santo, y que como tales deben ser custodiadas: no como exposiciones de museo, no ideologizadas e instrumentalizadas por intereses de prestigio y de poder, para consolidar una identidad cerrada. No. ¡Esto significaría traicionarlas y esterilizarlas! Cirilo y Metodio no son para nosotros personajes para conmemorar, sino modelos a imitar, maestros de los que aprender siempre el espíritu y el método de la evangelización, como también el compromiso civil – durante este viaje en el corazón de Europa pensé a menudo en los padres de la Unión Europea, como la soñaron: no como una agencia para distribuir las colonizaciones ideológicas de la moda, no. Como la soñaron ellos. Así entendidas y vividas, las raíces son garantía de futuro: de ellas brotan gruesas ramas de esperanza.

La esperanza de los jóvenes y de quienes se ocupan del prójimo

La esperanza es el tercer aspecto de este viaje, afirmó el Papa. Esperanza que Francisco encontró “en los ojos de los jóvenes, en el inolvidable encuentro en el estadio de Košice”. “Un signo fuerte y alentador, también gracias a la presencia de numerosas parejas jóvenes, con sus hijos”, en este tiempo de pandemia.

Como fuerte y profético es el testimonio de la beata Anna Kolesárová, joven eslovaca que a costa de su vida defendió la propia virginidad contra la violencia: un testimonio más actual que nunca, lamentablemente, porque la violencia sobre las mujeres es una llaga abierta.

Esperanza que el Santo Padre tuvo ocasión de ver también en tantas personas que “silenciosamente, se ocupan y se preocupan del prójimo”:

Pienso en las Hermanas Misioneras de la Caridad del Centro Belén en Bratislava, que acoge a personas sin hogar. Pienso en la comunidad gitana y en los que se comprometen con ellos por un camino de fraternidad y de inclusión. Fue conmovedor compartir la fiesta de la comunidad gitana: una fiesta sencilla, que sabía a Evangelio.

Una “esperanza” que se hace concreta “solo si se declina con otra palabra: juntos”, precisó el Obispo de Roma:

En Budapest y en Eslovaquia nos hemos encontrado juntos con los diferentes ritos de la Iglesia católica, juntos con los hermanos de otras confesiones cristianas, juntos con los hermanos judíos, juntos con los creyentes de otras religiones, juntos con los más débiles. Este es el camino, porque el futuro será de esperanza si será juntos.

El corazón colmo de agradecimiento del Papa

Después de este viaje, en mi corazón hay un gran “gracias”, concluyó el Papa. Un gracias que Francisco extiende a los obispos y a las autoridades civiles; al Presidente de Hungría y a la Presidenta de Eslovaquia, a todos los colaboradores en la organización; a los muchos voluntarios; a cada uno de los que han rezado. Con una petición final:

Por favor, añadan aún una oración, para que las semillas esparcidas durante el viaje den buenos frutos.

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El Santo Padre Francisco recibió hoy en audiencia en el Vaticano a los responsables de las Comisiones de Catequesis de las Conferencias Episcopales Europeas. En su discurso el Papa agradeció a los catequistas por su gran labor de evangelización y los animó a recordar sin cansarse el anuncio que se convierte en el corazón de la catequesis: "¡Jesucristo resucitado te ama y nunca te abandona!"

Ciudad del Vaticano. - El viernes 17 de septiembre, a la hora del mediodía romano, el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano a los responsables de las Comisiones de Catequesis de las Conferencias Episcopales Europeas que participaron en el encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización bajo el lema "Catequesis y catequistas para la nueva evangelización".

Se trata de un evento para debatir, como responsables de la catequesis de las Iglesias particulares en Europa, la recepción del nuevo Directorio para la catequesis, publicado el año pasado.

En su discurso, el Santo Padre les dio la bienvenida y agradeció a Monseñor Rino Fisichella (presidente del Consejo) por esta iniciativa, que seguramente -añadió Francisco- "se extenderá también a las Conferencias Episcopales de los demás continentes, para que el camino catequético común se enriquezca con las múltiples experiencias locales".

Celebración eucarística: lugar privilegiado de la catequesis

Haciendo alusión a su reciente viaje apostólico a Budapest en el que participó de la clausura del Congreso Eucarístico Internacional, el Pontífice subrayó que esta ocasión "es propicia para comprobar cómo el gran compromiso de la catequesis puede ser eficaz en la labor evangelizadora si mantiene su mirada fija en el misterio eucarístico".

En este sentido, el Santo Padre subrayó la importancia de no olvidar que el lugar privilegiado de la catequesis es precisamente la celebración eucarística, "donde los hermanos se reúnen para descubrir cada vez más los diferentes modos en que Dios está presente en sus vidas".

El corazón de la catequesis: "Jesús te ama y no te abandona"

Por otra parte, el Papa argumentó en su alocución que la catequesis -como subraya el nuevo Directorio- "no es una comunicación abstracta de conocimientos teóricos que hay que memorizar como si fueran fórmulas matemáticas o químicas", sino una esencia mucho más profunda:

    “Es más bien la experiencia mistagógica de quien aprende a encontrar a sus hermanos allí donde viven y trabajan, porque él mismo ha encontrado a Cristo, que le ha llamado a ser discípulo misionero. Debemos insistir en indicar el corazón de la catequesis: ¡Jesucristo resucitado te ama y nunca te abandona! Este primer anuncio nunca puede encontrarnos cansados o repetitivos en las distintas etapas del camino catequético”

De ahí que Francisco instituyera el ministerio de catequista "para que la comunidad cristiana sienta la necesidad de despertar esta vocación y de experimentar el servicio de algunos hombres y mujeres que, viviendo la celebración eucarística, sientan más vivamente la pasión por transmitir la fe como evangelizadores".

El Papa recuerda a las catequistas de su Primera Comunión

En este contexto, el Santo Padre compartió con los presentes un bonito recuerdo de su infancia: su vínculo con las dos mujeres catequistas y una religiosa que lo ayudaron a prepararse para recibir, por primera vez, el sacramento de la Comunión.

    “Recuerdo con cariño a las dos catequistas que me prepararon para la Primera Comunión. Continué mi relación con ellas como sacerdote y también con una de ellas, que aún vive, como obispo, y sentí un gran respeto, incluso un sentimiento de agradecimiento, como una veneración, sin hacerla explícita. ¿Por qué? Porque eran las mujeres que me habían preparado para la Primera Comunión junto con una religiosa”

Francisco explicó su deseo de compartir esta experiencia porque para él, "fue algo hermoso" y luego pudo acompañarlas hasta el final de sus vidas, "a ambas".

Por otra parte, el Papa contó que también pudo acompañar a la religiosa, que lo preparó en la parte litúrgica para la comunión: "ella murió y yo estuve allí, con ella, acompañándola. Hay una cercanía, un vínculo muy importante con los catequistas", afirmó.

Catequistas: "Anuncien el Evangelio de la misericordia"

Asimismo, el Pontífice hizo hincapié en que el catequista y la catequista "son testigos que se ponen al servicio de la comunidad cristiana, para apoyar la profundización de la fe en lo concreto de la vida cotidiana", es decir, "son personas que anuncian incansablemente el Evangelio de la misericordia; personas capaces de crear los necesarios vínculos de acogida y cercanía que permiten apreciar mejor la Palabra de Dios y celebrar el misterio eucarístico ofreciendo los frutos de las buenas obras".

Para concluir, el Papa quiso transmitir, a través de los participantes de este encuentro, su agradecimiento personal a los miles de catequistas de Europa:

    “Pienso, en particular, en los que, a partir de las próximas semanas, dedicarán un gran esfuerzo a los niños y jóvenes que se preparan para completar su camino de iniciación cristiana. Pero pienso además en todos y en cada uno de los catequistas. Que la Virgen María interceda por ustedes, para que sean siempre asistidos por el Espíritu Santo. Los acompaño con mis oraciones y mi bendición apostólica. Y también ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias”

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Domingo, 12 Septiembre 2021 13:49

Papa Francisco en Budapest y Eslovaquia

Vatican News comparte un resumen en imágenes de la primera jornada del viaje apostólico del Papa Francisco a Budapest, capital de Hungría y a Eslovaquia.

BUDAPEST, Hungria. - Una intensa jornada vivió el sucesor de Pedro que, en un solo día, visitó la ciudad de Budapest en Hungría para clausurar el 52° Congreso Eucarístico Internacional, y luego se trasladó hasta Bratislava, República Eslovaca, donde inició una visita apostólica de tres días.

Lleno de energía, el Santo Padre compartió con el pueblo fiel, se reunió con autoridades civiles y eclesiásticas, y sostuvo dos encuentros de carácter ecuménico.

A través de este video elaborado por el padre Felipe Herrera Espaliat, Vatican News comparte un resumen en imágenes sobre cómo se desarrollaron las actividades en este primer día del 34° viaje apostólico del pontificado del Papa Francisco.

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Ciudad del Vaticano. - Todos tenemos oídos, pero muchas veces no logramos escuchar. Atrapados en nuestras prisas, con mil cosas que decir y hacer, no encontramos tiempo para detenernos a escuchar a quien nos habla. Corremos el riesgo de volvernos impermeables a todo y de no dar cabida a quienes necesitan ser escuchados. Comentando el Evangelio del día, el Santo Padre invitó a abrirnos a la Palabra de Dios y a la escucha de nuestro prójimo

“Jesús es la Palabra: si no nos detenemos a escucharlo, pasa de largo. Pero si dedicamos tiempo al Evangelio, encontraremos un secreto para nuestra salud espiritual”. Fueron palabras del Papa Francisco, quien, como cada domingo se asomó a la ventana del Palacio Apostólico Vaticano para rezar junto con los fieles la oración mariana del Ángelus. Al comentar el Evangelio del día (Mc 7, 31-37), que en el XXIII domingo del Tiempo Ordinario presenta a Jesús que obra la curación de una persona sordomuda, el Santo Padre animó en este día, para nuestra salud espiritual, a dedicar más tiempo al Evangelio: cada día un poco de silencio y de escucha, - dijo - algunas palabras inútiles de menos y algunas Palabras más de Dios. Pero, además, refiriéndose a modo de ejemplo a nuestra vida familiar, invitó a fijarse en las veces que “se habla sin escuchar primero, repitiendo los propios estribillos siempre iguales”. Y afirmó que el renacimiento de un diálogo a menudo no viene de las palabras, sino del silencio, del no obcecarse, de volver a empezar con paciencia a escuchar a la otra persona, sus afanes, lo que lleva dentro. “La curación del corazón – aseguró – comienza con la escucha.
¡Ábrete!

Lo que llama la atención en el relato – comenzó diciendo el Papa – es la forma en que el Señor realiza este signo prodigioso: toma al sordomudo a un lado, le pone los dedos en los oídos y con la saliva le toca la lengua, luego mira hacia el cielo, suspira y dice: "Efatá", es decir, "¡Ábrete!" (cfr. v. 34)”.

En otras curaciones de enfermedades igualmente graves, como la parálisis o la lepra, Jesús no hace tantos gestos. ¿Por qué hace todo esto ahora, aunque sólo se le ha pedido que imponga su mano sobre el enfermo (cf. v. 32)? ¿Por qué hace este gesto? Quizás porque la condición de esa persona tiene un valor simbólico particular y tiene algo que decirnos a todos. ¿De qué se trata? Se trata de la sordera. El hombre no podía hablar porque no podía oír. De hecho, Jesús, para curar la causa de su malestar, primero le pone los dedos en los oídos.

Primero escuchar, luego responder

“Todos tenemos oídos, pero muchas veces no logramos escuchar”, continuó diciendo Francisco. De hecho, hay una sordera interior, que hoy podemos pedir a Jesús que toque y sane. Se trata de una sordera que “es peor que aquella física” porque es “la sordera del corazón”:

Atrapados en nuestras prisas, con mil cosas que decir y hacer, no encontramos tiempo para detenernos a escuchar a quien nos habla. Corremos el riesgo de volvernos impermeables a todo y de no dar cabida a quienes necesitan ser escuchados: pienso en los niños, en los jóvenes, en los ancianos, en muchos que no necesitan tanto palabras y sermones, sino ser escuchados. Preguntémonos: ¿cómo va mi escucha? ¿Me dejo tocar por la vida de las personas, sé dedicar tiempo a los que están cerca de mí, para escucharla? Esto es para todos nosotros, pero en modo particular, para los sacerdotes, la gente: el sacerdote debe escuchar a la gente, no ir de prisa. Escuchar y ver cómo los puede ayudar, pero después de haber escuchado. Y todos nosotros: primero escuchar, y luego responder.

“La curación del corazón comienza con la escucha”

Así, como escribimos en la introducción y repetimos, el Santo Padre invitó a pensar en la vida familiar: “¡cuántas veces se habla sin escuchar primero, repitiendo los propios estribillos siempre iguales!”

Incapaces de escuchar, decimos siempre las mismas cosas, o no dejamos que el otro termine de hablar, de expresarse, y nosotros lo interrumpimos. El renacimiento de un diálogo a menudo no viene de las palabras, sino del silencio, del no obcecarse, de volver a empezar con paciencia a escuchar a la otra persona, sus afanes, lo que lleva dentro. La curación del corazón comienza con la escucha. Escuchar. Y esto, sana el corazón. “Pero, padre hay gente aburrida que siempre dice las mismas cosas” ¡Escúchalo! Y luego cuando terminará de habla; di tu palabra, pero escucha todo.

¿Nos acordamos de ponernos a la escucha del Señor?

“Lo mismo vale para el Señor”, prosiguió Francisco:

Hacemos bien en inundarle con peticiones, pero haríamos mejor en escucharle primero. Jesús lo pide. En el Evangelio, cuando le preguntan cuál es el primer mandamiento, responde: "Escucha, Israel". Luego añade el primer mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón [...] y a tu prójimo como a ti mismo" (Mc 12,28-31). Pero en primer lugar dice: "Escucha Israel", escucha tú. ¿Nos acordamos ponernos a la escucha del Señor? Somos cristianos, pero quizás, entre las miles de palabras que escuchamos cada día, no encontramos unos segundos para dejar que resuenen en nosotros unas palabras del Evangelio. Jesús es la Palabra: si no nos detenemos a escucharlo, pasa de largo. ¡Si no nos detenemos para escuchar a Jesús, pasa de largo! San Agustin decía: "tengo miedo del Señor cuando pasa”, pero el miedo era que pasase, sin escucharlo.  

El "secreto" para nuestra salud espiritual

Y así llegó el Obispo de Roma a decirnos el “secreto” para nuestra salud espiritual, que encontramos “si dedicamos tiempo al Evangelio”:

He aquí la medicina: cada día un poco de silencio y de escucha, algunas palabras inútiles de menos y algunas Palabras más de Dios. Escuchemos hoy, como el día de nuestro bautismo, las palabras de Jesús: "Efatá, ábrete". Jesús, deseo abrirme a tu Palabra, abrirme a la escucha. Sana mi corazón de la cerrazón, la prisa y la impaciencia.

En la conclusión, y antes de elevar al cielo la oración mariana, pidió “que la Virgen María, abierta a la escucha de la Palabra, que se hizo carne en ella, nos ayude cada día a escuchar a su Hijo en el Evangelio y a nuestros hermanos con un corazón dócil, con corazón paciente y con corazón atento".

Palabras del Papa y saludos tras el Ángelus

Tras el Ángelus, en primer lugar Francisco celebró la beatificación de Fray Mamerto Esquiú, ayer, en Argentina. Inmediatamente después, elevó su oración por toda la población afgana: por los que se han quedado, por los que están en tránsito y por los que están en los países de acogida. También dirigió su mirada y su oración a la población de los Estados Unidos de América afectada por un fuerte huracán en los últimos días. Seguidamente Francisco dirigió sus buenos deseos a la comunidad judía que dentro de pocos días celebrará Año Nuevo judío "Rosh Ha-Shanah". Luego hizo presente la peregrinación a Hungría y Eslovaquia que comenzará el próximo domingo con motivo de la clausura del Congreso Eucarístico que inicia hoy en Budapest. Además, en la memoria del pontífice, Santa Teresa de Calcuta en su día y, por último, la bendición a la Legión de María, que hoy celebra su centenario.

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Jesús devuelve la fe a su centro sin la formalidad externa. “Hay un modo infalible de vencer el mal” dijo el Papa Francisco a la hora del Ángelus dominical: “Empezar por vencerlo dentro de uno mismo”. Por esta razón el Santo Padre invitó a pedir a la Virgen María, “que cambió la historia a través de la pureza de su corazón”, que “nos ayude a purificar el nuestro, superando ante todo el vicio de culpabilizar a los demás y de quejarnos por todo”

Al comentar el Evangelio de la Liturgia del día que muestra a los escribas y fariseos asombrados por la actitud de Jesús, que se escandalizaron al ver que sus discípulos toman alimentos sin realizar las tradicionales abluciones rituales, el Papa dijo:

También nosotros podríamos preguntarnos: ¿Por qué Jesús y sus discípulos descuidan estas tradiciones? Al fin y al cabo, no son cosas malas, sino buenos hábitos rituales, simples lavados antes de tomar la comida. ¿Por qué Jesús no les presta atención?

Devolver la fe a su centro

Francisco explicó que para el Señor es importante devolver la fe a su centro. “Y evitar un riesgo, que vale para aquellos escribas como para nosotros: observar las formalidades externas dejando en segundo plano el corazón de la fe”.

El riesgo de una religiosidad de la apariencia

“Es el riesgo de una religiosidad de la apariencia: aparentar ser bueno por fuera, descuidando purificar el corazón. Siempre existe la tentación de ‘arreglar a Dios’ con alguna devoción externa, pero Jesús no se conforma con este culto. No quiere lo externo, quiere una fe que llegue al corazón”

Las cosas malas nacen desde el corazón

Tras recordar que Jesús dice a la multitud que "no hay nada fuera del hombre que, entrando en él, pueda hacerlo impuro" y que en cambio, es "desde dentro, desde el corazón" que nacen las cosas malas, el Pontífice añadió:

“Estas palabras son revolucionarias, porque en la mentalidad de entonces se pensaba que ciertos alimentos o contactos externos lo hacían a uno impuro. Jesús invierte la perspectiva: no es malo lo que viene de fuera, sino lo que nace de dentro”

El Santo Padre agregó que esto también nos concierne a nosotros, que solemos pensar “que el mal provenga sobre todo de fuera: de los comportamientos de los demás, de quien piensa mal de nosotros, de la sociedad”.

Culpar a los demás

    “¡Cuántas veces culpamos a los demás, a la sociedad, al mundo, de todo lo que nos sucede! Siempre es culpa de los ‘demás’: de la gente, de quien gobierna, de la mala suerte”

También afirmó que “parece que los problemas lleguen siempre de fuera”. Y que “pasamos el tiempo repartiendo culpas; pero pasar el tiempo culpando a los demás es perder el tiempo”.

    “No se puede ser verdaderamente religioso quejándose: la ira, el resentimiento y la tristeza cierran las puertas a Dios”

Por esta razón el Papa Francisco invitó a pedir al Señor “que nos libre de culpar a los demás”. Y que pidamos asimismo “la gracia de no perder el tiempo contaminando el mundo con quejas, porque esto no es cristiano”.

    “Más bien, Jesús nos invita a mirar la vida y el mundo desde el corazón. Si nos miramos por dentro, encontraremos casi todo lo que detestamos fuera”

Aprender a acusarnos a nosotros mismos

Mientras si “pedimos sinceramente a Dios que nos purifique el corazón”, comenzaremos “a hacer más limpio el mundo”. “Porque hay un modo infalible de vencer el mal: empezar por vencerlo dentro de uno mismo”.

Y concluyó invocando a la Virgen María, “que cambió la historia a través de la pureza de su corazón”, que “nos ayude a purificar el nuestro, superando ante todo el vicio de culpabilizar a los demás y de quejarnos por todo”.

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Domingo, 22 Agosto 2021 22:04

Jesús y su "palabra de vida eterna”

En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco, al recordar el Evangelio de hoy, “que muestra la reacción de la multitud y de los discípulos ante el discurso de Jesús después del milagro de los panes”, el Papa nos pide que “no nos sorprendamos si Jesucristo nos pone en crisis. Más bien, preocupémonos si no nos pone en crisis, porque quizás hemos diluido su mensaje”.

Ciudad del Vaticano. - "En el Evangelio de hoy, Jesús, invitó a la multitud y a los discípulos a interpretar la señal del milagro de los panes, y a creer en él, que es el verdadero pan bajado del cielo, el pan de la vida; y les reveló que el pan que dará es su carne y su sangre. Estas palabras suenan duras e incomprensibles a los oídos de la gente", señaló Francisco, "hasta el punto de que, a partir de ese momento, “muchos de sus discípulos se vuelven atrás, es decir, dejan de seguir al Maestro. Entonces Jesús pregunta a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?”, y Pedro, en nombre de todo el grupo, confirma la decisión de quedarse con Él: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”, dijo el Papa.

"Ante el gesto prodigioso de Jesús, que alimenta a miles de personas con cinco panes y dos peces, todos lo aclaman y quieren llevárselo en volandas", dijo el Papa, "pero cuando él mismo explica que ese gesto es “signo de su sacrificio, es decir, de la entrega de su vida, de su carne y de su sangre, y que los que quieren seguirle deben asimilarlo, su humanidad entregada por Dios y por los demás, entonces no, este Jesús ya no tiene razón"”, agregó.

Las palabras de Jesús causan escándalo

El Santo Padre, analizando la actitud de los que se retiran y vuelven atrás, decidiendo no seguir más a Jesús, se pregunta, Cuál es el origen de esta incredulidad, cuál es el motivo de esta negativa.

“Las palabras de Jesús causan gran escándalo: está diciendo que Dios ha elegido manifestarse y realizar la salvación en la debilidad de la carne humana. La encarnación de Dios es lo que da lugar al escándalo y es un obstáculo para estas personas, pero a menudo también para nosotros”, manifiestó Francisco.

De hecho, sigue más adelante el Papa, Jesús afirma que el verdadero pan de salvación, que transmite la vida eterna, es su propia carne; que para entrar en “comunión con Dios, antes de observar las leyes o cumplir los preceptos religiosos, hay que vivir una relación real y concreta con él”.

Esto significa, dijo el Pontífice, "que no debemos perseguir a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder, sino que debemos reconocerlo en la humanidad de Jesús y, en consecuencia, en los hermanos que nos pasan de lado por el camino de la vida. Porque “Dios se hizo de carne y hueso: se rebajó para hacerse hombre como nosotros, se humilló hasta asumir nuestro sufrimiento y nuestro pecado, y nos pide que lo busquemos, por tanto, no fuera de la vida y de la historia, sino en nuestra relación con Cristo y con nuestros hermanos”, afirmó el Papa.

La “escandalosidad” de la Eucaristía

Incluso hoy, aseveró Francisco, la revelación de Dios en la humanidad de Jesús puede “causar escándalo y no es fácil de aceptar. "Es lo que San Pablo llama la "necedad" del Evangelio frente a los que buscan milagros o sabiduría mundana. Y esta "escandalosidad" está bien representada por el sacramento de la Eucaristía”, y es que como se pregunta el Papa:"¿qué sentido puede tener, a los ojos del mundo, arrodillarse ante un trozo de pan? ¿Por qué alimentarse asiduamente de este pan?".

Por último, su petición: “pidamos la gracia de dejarnos provocar y convertir por sus "palabras de vida eterna". Que María Santísima, que dio a luz a su Hijo Jesús en la carne y se unió a su sacrificio, nos ayude a dar siempre testimonio de nuestra fe con nuestra vida concreta”.

Saludos después del rezo mariano

En sus saludos a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco saludó a los a los sacerdotes y seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano y a las familias de Abbiategrasso y a los motoristas de Polesine.

También saludó a varios grupos de jóvenes: de Cornuda, Covolo del Piave y Nogaré, en la diócesis de Treviso, de Regoledo, en Milán, de Dalmine, Cagli y Pescantina, cerca de Verona, y el grupo scout de Mantua. A todos ellos les auguró que este viaje que han hecho hasta Roma, les ayude a caminar en la vida por el camino del Evangelio. También saludo a los chicos de la Inmaculada Concepción..

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